30 marzo, 2012

Uno de corazones

Siempre he pensado que, en el caso de que se me partiese el corazón, debería morirme en el momento. Pero esa parte no llega nunca, esa parte después de que se escuche un profundo "crack", lo peor de todo es que no mueres, sino que sigues de pie, intentando pensar qué ha podido ocurrir para llegar a esto, para que se rompiera de repente. Nunca me he muerto por eso, (a veces me he muerto de risa o de miedo, pero de amor aún no), no se me ha parado nada, de hecho, sigo viva y sintiendo como están desencajadas las piezas, pero aún así se mueven porque tiene que seguir latiendo. Aunque tú no estés. Aunque el tuyo esté perfectamente, en su sitio, echándome de más.


Todo este tiempo que decide irse sin decirnos nada últimamente me está molestando, me ha cogido del pellejo y me ha dicho que me tendrá amarrada a él todo lo que le apetezca, y, ¿sabes? yo no he hecho nada para decirle que no, he aceptado que he perdido, y ahora las manijas me la juegan y suelen atrasarse más de la cuenta, no van ni siquiera hacia la derecha, tampoco hacia la izquierda, se quedan donde están, paradas durante horas. Y si cierro los ojos, te juro, que hasta mis sueños se suceden más despacio.


Pasa que a veces hay que aceptar algunas cosas, cómo todos esos días que están por llegar, días en los que no vale la pena ni abrir la persiana. Que prefiero quedarme en mi cama es un hecho, que me sienta mejor haciéndolo es cuestionable, sin ti cualquier sitio es un mal sitio, no porque no estés, sino porque sé que nunca estarás. Ni la imaginación, ni la esperanza, pueden llenar los huequitos de la necesidad, que me mata poco a poco y no me deja morirme nunca. Si debe doler, debe doler mucho tiempo.


No sé quién de los dos es más cobarde, si tú por decidir marcharte sin avisar o yo por no querer cambiar (te). Lo que si sé, es que los amores cobardes no llegan a historias, no llegan a nada... En esta historia sólo hay uno de corazones, y ese es el mío, el tuyo sólo estuvo de visita por un tiempo... y se llevó lo mejor del mío. 

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