10 marzo, 2012

Cara o cruz

Creo que todos nos planteamos alguna vez en nuestras vidas qué es lo que queremos en ella. No en el sentido de quitar y sacar cosas como si fuera una caja, sino en el sentido de que, todos sabemos que el futuro depende muchas veces, (sino es siempre), de nuestras decisiones y de como (o con quién) las tomemos, me refiero entonces a eso que queremos en nuestra vida y qué (o a quién) esperamos de ella a través de nuestras decisiones.

Hay algunas veces que pienso en todas esas cosas que me gustaría hacer, todos esos tipos de vida que me gustaría llegar a tener, todas esas cosas que pienso que algún día serán posibles en algún sentido. Me gustaría hacer muchas cosas y sé que muchas de ellas conllevan la soledad. Y ya no tanto soledad, sino ser independiente para tomar decisiones que afecten sólo a uno mismo o al menos no tener remordimiento por no haber contado con otra persona. Creo que la realización de uno no va ligada a ninguna persona, y que debe contar consigo mismo para aprender todo lo que se pueda. Sé que las cosas hay que hacerlas cuánto antes, porque luego llegará todo ese rollo de ser adulto y de hipotecarse la vida y de vivir para trabajar como si nada fuera más  importante (Y por el tipo de sociedad en el que vivimos es triste admitir que esa es la realidad). Pero saber que hay cosas que sería imposible hacer con otra no es algo que yo me haya inventado, es algo que pasa, pero no quiero vivir una vida en soledad, porque así sólo habría conseguido la mitad de mi vida.

Pero evidentemente, si se le da la vuelta a la cara de la moneda, está esa otra parte con la cuál sé que no se puede vivir muy bien, (a no ser que se practique alguna religión espiritualista o algo así), sino es cogido de la mano de alguien. Todo eso de vivir tu vida como si fuera un romance inolvidable, lo cuál muchas veces parece imposible, creo que no existe ninguna "pareja feliz", creo que sólo existen las personas felices que deciden estar juntas. Pero al menos sí vivirla apasionadamente, como si todo fuera la primera vez y la última.  A parte de eso, todos soñamos con tener algo de verdad con alguien, algo inolvidable, querer a alguien y que nos quieran. Y muchas veces, creo que idealizo mi vida en cuestión de esto, aunque no sea tan perfecto como lo veo. Vivir algo perfecto con alguien es algo que todos queremos y puede que sea a lo que aspiran muchísimas personas, aunque lo veo como un fracaso de la humanidad en general. Es breve, siempre, y si dura, dejará de ser amor. Pero todos queremos el amor para siempre y queramos o no, tomaremos muchas decisiones en cuestión de eso. Aspirar a amar toda tu vida, es cómo aspirar a la mitad de ella, estaría incompleta también.

El valor de una moneda no está en que sólo haya una parte que contenga la cara, debe al darse la vuelta tener el dibujo de cruz. Así es como se la considera una moneda. Maldito equilibrio, que es imposible de conseguir en algunas cosas. 


Yo sólo sé que quiero hacer cosas increíbles que me llenen como persona y vivir apasionadamente con alguien, pero dudo que exista un punto medio, al menos sé, que la vida y el ojo humano tiene una amplia gama de colores a la disposición de una para ir eligiendo en cuestión, para así no irse a un extremo (O blanco o negro), pero creo, que llegará algún momento en el que tendré que decidir que es lo que quiero, tendré que cerrar los ojos muy fuerte, levantar la cabeza y dar un gran cambio para una gran decisión. Creo que ese momento siempre llega en la vida de todos y no es que llegue ni para fastidiar ni para alegrarnos, simplemente llega porque es así, y yo no podría estancarme en el pasado ni perder el tiempo pensando cuando llegue ese momento, porque hay mucho que hacer y que cambiar.

No quiero agobiarme ni amargarme por esto, tengo claro que ni soy demasiado joven ni demasiado mayor como para no poder vivir hoy, el resto ya vendrá cuando tenga que venir. Y bienvenido sea.

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