06 abril, 2012

Por elección propia

Creo que por el tipo de sociedad en el que vivimos, a veces, sería imposible no comportarse de una manera individualista ni egoísta. Y por no haber visto nunca un drama de Hollywood no quiere decir que no se tenga la vena dramática, todos la tenemos, sólo que algunos la disimulan mejor y otros tienen la capacidad de anularla ante los desconocidos para no parecer perfectos idiotas. Pero ser idiota es sólo cuestión de puntos de vista. Todo depende del punto de vista del que me encuentre, y casi siempre, del que decida mirarlo.

La soledad no siempre se elige de igual forma, a veces ni siquiera se elige,tampoco se mira siempre del mismo punto de vista, ni siquiera se siente igual. Muchas veces he decidido sentirme sola, creo que por querer encontrar algo que ya tenía, o que simplemente, que no existía, (nos quedan demasiadas cosas por crear aún), otras creo que porque lo prefería así. Siempre que elijo yo mis situaciones, la cosa no va tan mal. No me siento tan perdida y aún así voy sin mapa y por cualquier sitio.

Después está la que no decides tú, la que es como obligada, viene de frente y para contrarrestrar la tensión le dices: "Hola", pero no suele contestar aunque sabes que está ahí. Entonces no sé por qué extraña razón, olvidas que hay otras cosas más importante que eso, olvidas que puedes mirarlo desde otro punto de vista, olvidas que hay personas que están dispuestas a hacerte compañía. Olvido todo eso porque creo que a veces me gusta sentirme desgraciada, entre otras tantas cosas, nunca seré desgraciada, simplemente desagradecida y estúpida. Siempre es más difícil cuando tú no lo eliges pero tienes que aceptarlo. Siempre es más fácil no intentar hacer nada para sentirte mejor y echarle la culpa al resto. No pensar es más fácil... y más estúpido.

Quiera o no, creo que siempre llega un punto en el que me paro, después de todos esos rayones  y después de toda esa rabia y ese odio, después de todas las vueltas que doy sobre las cosas con o sin sentido que puedo llegar a pensar, y después de todas las vueltas y releídas de páginas que hago, después de todo eso, llega un punto en el que ni aunque quiera, puedo seguir. Supongo que ahí debo aceptarlo. Todos lo hacemos alguna vez, así que tan malo no debe de ser, ni siquiera para mi, ni siquiera para lo que pueda venir.

Y tras esos momentos, es inevitable que llegue a pensar que a veces soy demasiado egoísta e individualista, y puede que yo quiera echarle la culpa a la sociedad, pero muy en el fondo, tras todas esas mantas de autoengaño, sé que yo soy la primera que lo permito. Así que puede que en parte me guste serlo. A todos nos gusta nuestra vena dramática, sólo que algunos la esconden muy bien y otros no saben como mantenerla callada con un bozal. Pero a mi no me criaron como a un perro, tampoco para ser conformista, y sinceramente, yo no me permitiría nunca serlo. 

1 comentario:

  1. Estoy contigo cuando dices que todos tenemos una vena dramática, y que muchas veces es más fácil no hacer nada que intentar demostrar que puedes hacerlo. Mas, porque nos caemos? Para volvernos a levantar. En mi opinión, a veces es verdad que no necesitamos ser tan dramáticos ni tan pesimistas,pero en otras creo que es necesario, ya que al fin y al cabo todos odiamos estar solos y tristes y para solucionarlo simplemente tenemos que sonreír aunque en ocasiones nos cueste hacerlo.
    Me ha encantado tu texto, es genial que haya gente que se dé cuenta de estas pequeñas cosas que muchos de nosotros cometemos a menudo.
    Te sigo, okis? :)

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