27 junio, 2012

Pide un deseo


La estúpida manía que tengo a veces de confiarle mis secretos y sueños a los prejuicios de mi infancia y a la magia.

La verdad, no sé a quién se le ocurrió que si veías una estrella fugaz y pedías un deseo se cumpliría, pero me he dado cuenta de que si no se cumplen, es porque tardo demasiado en pedirlo. Las estrellas son más rápidas que yo, y siempre le he pedido el deseo al rastro de la estrella, y sé que muchas veces es difícil seguir el rastro a lo que desaparece con sólo verlo. De ahí que sea fugaz. De ahí mi estúpida actitud de intentar ver una y pedirlo a la vez, pero creo que si pusiera la misma perseverancia en conseguir por mi misma ese deseo, tendría más probabilidad de que se cumpliese. Como las velas en la tarta de cumpleaños, como las pestañas en el pulso de dedos...

Me consideraría una cobarde por dejar muchos secretos en las estrellas, por ser demasiado reservada o desconfiada cómo para contárselo a alguien. Y una tonta por enterrar muchos sueños en las velas de la tarta, y sobre todo, por no luchar para conseguirlos.

Aunque yo sinceramente, prefiero decir que me gusta ser discreta y que prefiero sorprenderme a mi misma de lo que haya podido conseguir sin darme cuenta, ser la única partícipe de mis progresos o reírme de lo que haya podido querer en alguna ocasión... Todos pensamos en tonterías, pero después de todo,

 ¿Quién esperaría por un par de estrellas, de pestañas o de velas teniendo la posibilidad de adelantarse a todo viviendo cada día?

11 junio, 2012

Hollywood, lo siento

Me gustaría decir que prefiero contar ovnis en el cielo a estrellas. Esperar a que se apague la ciudad para que se enciendan muchas otras cosas. Hollywood nos ha metido demasiadas historias extrañas en la mente, no nos ha dado la oportunidad de explayarnos a nuestro antojo, ellos han influido en nuestra visión de la realidad, o al menos clavarnos bases de cómo deberíamos vivir.


¿Sabes? Todo ese rollo de un príncipe que rescata a una princesa, de romances inolvidables, vidas increíbles, llenas de acción y de melodrama. Y yo viviendo una simple vida de estudiante en la cuál la mayoría de las horas de mi vida se invierten en un par de hojas de unos libros con diez capas de polvo, ¿Para qué? Sí, a mi también me gustaría saberlo. Y probablemente no viva nada cómo salvar el mundo de una catástrofe mundial ni viva un romance en el que se exponga la vida de alguno de los dos y luego vivamos de forma extraordinaria. Dudo que eso pase, y yo sinceramente, no lo espero. No me agobia para nada pensar que no existe eso, de hecho creo que me alivia (Demasiados zombies para ser verdad y demasiados romances pastelosos para comerse)


Y luego se quejan de que nos peguemos la vida soñando cómo tontos, esperando a que algún día vengan a por nosotros... Cómo si fuéramos víctimas de un sistema que nos ahoga y cómo si en algún callejón se escondiera el héroe o la vía que nos ayude a salir de aquí. Nadie nos dice: "Eh tú, espabila, muévete y haz algo por ti mismo", que sólo nos vamos a valer de lo que somos y por nosotros mismos. No, de hecho tenemos que esperar mucho tiempo para darnos cuenta de que si no mueves el culo y dejas de soñar te estancas y entras en una fase muy conocida entre las personas que lo tienen todo y no valoran nada: Depresión. Qué bonitas palabras para definir a gilipollas del Siglo XXI. 


Nos hemos estancado esperando a que pase algo. Soñar es bonito, y no es de locos, pero soñar y no hacer nada, es de tontos. Así no se consigue nada, y menos en un lugar en el que el único que tiene es el que lucha para conseguir, y a veces ni eso.


No me importa no vivir como en las películas. Prefiero basar mi vida en mis propias experiencias, y guiarme por mis propias decisiones y no por ningún rol autoprogramado. Yo no creo en el destino, ni creo en ninguna fuerza que nos una y nos predestine a vivir de una manera o de otra, pero si creo que es inútil pensar que tenemos un código de barras en la mano que nos obliga a ser de una manera o de otra, el hecho de que tengamos la libertad a cambiar me gusta. 


Y ojo, no creo en el destino, pero que la vida tiene sus propios planes para nosotros es algo de lo que sí me fío. Y no me refiero al destino, sino a que nosotros mismos somos incapaces de poder planear nada a la perfección porque no será así. Todo suele salir jodidamente patas arriba a nuestros planes... Aunque eso le da más interés, nos ponemos a prueba cada día, y yo estoy en una fase de superación, quiero ser mejor cada día, y lo voy a ser.


Hollywood, lo siento, te voy a dejar atrás. Tengo mejores planes para mi misma que salvar el mundo y vivir un romance inolvidable: Vivir, así, sin más. Supera eso