23 febrero, 2012

16

Casi 17 años y sé casi al cien por cien que me va dar igual cumplirlos o no,
lo que ya no me da tanto igual es crecer. A veces asusta.
No tengo aún los diecisiete, pero sé que voy a acabar los dieciséis de la peor manera que podía: sola
Ha sido un día malo, de hecho han pasado muchos días malos, al menos han habido grandes sorpresas,
cosas dignas de recordar que cuando uno está mal no lo hace porque prefiere auto-destruirse en pensamientos tristes. Pero sí, cosas buenas y malas después de todo.

Hoy es un día de mierda, y de estos hay muchos, pero al menos ya tengo un motivo para pensar que mañana todo será distinto: Voy a tener diecisiete años. Eso ya es especial de por sí, eso y que soplaré las velas de la tarta.

14 febrero, 2012

A medias

Voy a tragar y a quedarme con la saliva entre los recuerdos y la puta amargura. Otra vez vuelvo a darle la vuelta a la hoja y retroceder, como si fuera una estúpida que le gusta vacilar sobre una cuerda o andar a ciegas pisándose a sí misma. Si hablando se dicen  las cosas, en silencio se dicen muchísimas más

Odio este tipo de días, en los que parece que el uno al otro nos evitamos como si fuéramos dos perfectos desconocidos. Tantas horas y hay veces que el tiempo no da para nada, tantas responsabilidades y tareas,
que ya el tiempo no me permite estar contigo más de lo necesario. Y a veces ni eso.

Me siento a medias. Joder.

Suerte

Llamar "suerte" a todo aquello que nos ocurre y nos beneficia de alguna manera, es admitir que todo ocurre de casualidad y que de alguna otra forma, estamos predestinados. Yo sé que no existe ni la buena ni la mala suerte, que siempre depende de unas buenas o unas malas decisiones. Normalmente la mayoría de las cosas que nos pasan es cosa nuestra, otras no, y las que no las llamamos casualidad, porque no somos capaces de analizar qué es lo que ha pasado exactamente para que nos sucediera eso, porque muchas veces no somos capaces de admitir que ha sido culpa nuestra. No hay malas ni buenas casualidades, solo grandes luchas/oportunidades y grandes errores/derrotas  , que están dentro de una gran bolsa que se llama "realidad", aunque a mi me gusta más taparlo llamándolo cosas que pasan o cosas de la vida.

Creo que el ser humano sólo está predestinado en sus instintos básicos, que realmente sólo un par de mecanismos nos acaban automatizando en ciertos sentidos para que actuemos de alguna manera determinada, pero que el resto de cosas que vivimos, ya es rollo de cada uno.

Elegir mantenerse firme es una buena opción que normalmente siempre golpea con brusquedad y deja huellas. Decidir rendirse y dejarlo todo por perdido, es una manera de ser cobarde o de aceptar la realidad. Elegir y decidir sólo por uno mismo, es egoísta, pero muchas veces acaba siendo la mejor opción. Y hay veces que hay que elegir y decidir ya no sólo por ti, sino por otras personas, admitir ciertos cargos y ciertas tareas y las consecuencias que eso lleva consigo, eso además de entrega, se llama fuerza de voluntad. Hay personas realmente fuertes que día a día luchan por sonreír, creo que esas son las grandes oportunidades de las otras personas, llegar a conocer a alguien así y sentirse orgulloso de ser capaz de reconocerlo, y ya no yendo tal lejos, de estar con ese tipo de personas tan grandes, que hacen sentirse a uno también tan grande.

11 febrero, 2012

Eso sí

Tengo dos gatos en mi vida. Aparecieron en una caja, creo que ya estaban esperándome. Son hermanos, y eso que no se parecen en mucho, pero duermen y juegan juntos. Tampoco les importa compartir el cuenco de la leche y de la comida. A veces me miran, a veces me hablan... Y eso que aún no saben decir mi nombre, tienen miedo a aprendérselo y luego no saber olvidarlo. Yo quería un gato, y ahora tengo dos.
Mientras estos dos gatos me arañan por las noches, yo duermo,
mientras ellos duermen por el día, yo estoy arañando hojas con algunas palabras.

Cuando llego a casa después de clase, me esperan al final de la escalera, se acercan a saludarme y a arañarme un poco. Cuando yo me levanto, ellos se acercan para darme los buenos días, aunque no sean tan buenos. Estos dos gatos son inseparables, si separas al uno del otro se ponen tristes.

Yo quiero que estos dos gatos me vean sonreír, como yo los veo jugar y destrozar mis calcetines.
Que en los días de Luna salgan conmigo, -aunque haga frío-, a mirarla y no se vayan. Aunque maúllen.

Si no tengo bufandas ni calcetines, que ellos me ayuden a hilar lo que antes jugando han destrozado.
Le voy a dar un nuevo uso a los sombreros, ya no son para la cabeza, son para balancearse y para reírse mucho. Si un gato me viera hacer algo prohibido, que me guarde el secreto y que no me delate. Que yo tampoco saldré a buscarlo cuando se vaya de casa y no vuelva por las  noches. Y que si el miedo nos come, nos miremos a los ojos firmes, aunque ladren los perros fuera, que nos daremos fuerzas para seguir.

Quiero un gato que sea celoso y que me quiera sólo para él, que sea receloso conmigo y que me guarde las mejores cosas de su vida para mi, que me incite a que nos quedemos solos en la oscuridad. Que si alguna vez nos perdemos, que sea juntos, para así encontrarnos a la vez.
Quiero que un gato me vea crecer, y me ayude a desvestirme los vaqueros, jueguen conmigo cuando yo no tenga con quién jugar, que me vea beber agua por las noches y me vea hacer la tarea por las tardes.
Que si me pierdo, salga a buscarme, que si me duermo, no vacile en despertarme.

Yo quería un gato, y ahora tengo dos. Ahora ni dormiré por las noches ni tendré suficientes calcetines para ellos. Pero eso sí, voy a sonreír mucho.

05 febrero, 2012

Yin

El equilibrio es vital. El significado de vital es algo así como algo imprescindible. Por eso tú eres vital para mi, eres mi imprescindible.Pero debemos equilibrarnos. Ni yo tanto ni tu tan poco, dijiste una vez. Cierto, hay cosas que cuestan mucho, pero se pueden conseguir. Yo te encontré, eso no es que costase, pero eras improbable de encontrar. Tengo una buena brújula, lo sé.

Dices que no nos parecemos en mucho. Que hay cosas en las que tú dices blanco y yo digo negro, que a veces no coincidimos en nada y que por eso muchas veces nos confundimos y acabamos pensando que lo mejor es separarnos. 

Pero yo pensando... Lo nuestro es tan único ya no por ti, ni por mi, sino por los dos. Que no nos parecemos en mucho, pero eso hace emocionante estar con el otro, eso nos da la oportunidad de aprender cosas nuevas, de ver las cosas de otra manera. Llegar al punto medio de las cosas, o al menos, descubrir juntos que existe y que es una buena solución a muchas discusiones.

Yo no soy como tú, por eso me encantas tanto, porque no eres nada como yo. Eres tú, eso basta. 
Tú me complementas. No quiero a nadie como yo, te quiero a ti, que eres mi polo opuesto.
Si yo digo blanco, tú dices negro, pero en realidad, ambos sabemos que acabará siendo gris.
¿Me entiendes ahora, verdad?